DOLLY tiene ese aspecto porque tiene leishmania y no ha recibido el tratamiento adecuado.
En vez de darle lo que necesitaba, quien quiera que la tuviese, decidió que era mejor sacrificarla.
Y Dolly tiene muchas ganas de vivir. Es una perrita llena de cariño y alegría que con una medicación adecuada, pronto recuperará el pelo y su aspecto será el de una perrita normal y corriente.
Soy consciente de que no será fácil que Dolly encuentre hogar por el momento, pues no todo el mundo entiende que tener un perro con leishmania es algo normal.
Pero no por ello voy a dejar de buscar una familia que la quiera y le dé la oportunidad de recuperarse en una casa.
A pesar de su aspecto, Dolly tiene menos de 1 año. Es de tamaño pequeño y pesa unos 5-7 kg.
Es cariñosa, buena y muy simpática.
Si quieres darle a Dolly la oportunidad que ella se merece o ayudarnos con su tratamiento, escribe a: victoria@protectoraparraga.org
Muchas gracias
Victoria
Mientras tú compras un perro, otro muere en la calle.
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